El ingenio de Hollywood está seco y se decanta por reinventar viejos títulos pasado en vez de cultivar la nueva creación. Charles Portis es un escritor olvidado en el tiempo; el mismo que ha reavivado la leyenda americana del Oeste primitivo.
El nombre de los hermanos Coen goza de buena salud entre el celuloide convertido en soporte digital. Con el bombardeo cáustico de “Un Tipo Serio” (2009) sobre la moralidad judía, regresan a la cartelera con técnicos (fotografía, música) y actores familiares en sus trabajos.
Tras la moralidad judía de "Un Tipo Serio" (2009); regresan a la cartelera con técnicos (fotografía, música) y actores familiares en sus trabajos. |
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Los hermanos Coen cambian de protagonista con respecto a la historia dirigida por Henry Hathaway. La rudeza altiva de John Wayne como conductor del guión da paso a la frescura de una heroína adolescente. La lozanía de Hailee Steinfeld (Mattie Ross) recuerda a las trenzas coloniales de Laura Ingalls (“La Casa de la Pradera”); más madura en su gesto: decidida y tenaz por conseguir lo que quiere. Sabe plantar cara a un coloso individualista de la talla de Jeff Bridges (Rooster Cogburn). Domina la pantalla; es dulce y feroz. La cámara cae rendida ante su desenvoltura, mitad niña mitad mujer; su figura frágil torea los cambios de plano elegante. La sigue como un gran ojo que no quiere perder detalle de sus gestos, enamorándose de sus andares. |
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El Oeste de Joel y Ethan Coen apuesta por la renovación de un género pocas veces cocinado con ingredientes distintos a la receta original. Su guión cuenta una historia de personajes conectados en busca de la justicia, donde cada uno la entiende a su manera.
Cogburn es un corsario de western que se bate contra el encanto de una niña lista y manipuladora (Mattie Ross); un Marshall en el papel de justiciero freelance.
La joven protagonista antepone las agallas a la violencia, el corazón al rencor. La lealtad encuentra su personificación en Matt Damon (LaBoeuf), comedido, vigilante... e ingenuo. Representa los valores de una justicia legal y persecutoria.
La relación entre Cogburn y Mattie se nutre del mismo sentimiento, se va creando un vínculo amistoso entre ambos durante el desarrollo de esta cacería. Tozudez y razonamiento van de la mano. De la misma manera, que Cogburn y LaBoeuf están condenados a mantener una relación imposible.
El ajuste de cuentas que se busca no muestra odio en las caras, es un negocio y una misión.
La violencia asesina se encarna en una joven que busca cobrar una deuda pendiente. |
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El tándem Coen juega con el claro-oscuro de la muerte en un doble sentido: el alivio y la tristeza.
“Valor de ley” comienza con un plano difuminado en la oscuridad nocturna hasta enfocar una mancha en forma de cadáver. La vida yace inerte en el suelo mientras la muerte huye a caballo entre las tinieblas de una noche sin luna. El universo de los Coen aparece como un paseo vaquero en misión de caza.
La piel curtida de Cogburn, llena de cicatrices, se topa con la fidelidad académica de LaBoeuf que cae en lo tragicómico. Matt Damon interpreta a un vaquero algodonado que que se rige por un código de honor de espíritu militar. Los golpes de violencia que caracterizan sus películas aparecen de manera escalonada y fugaz. |
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La película transcurre plácida, sus imágenes se recrean en el plano largo y paisajístico. Las situaciones no provocan la venganza que clama su protagonista. El western se mantiene vivo entre la perilla blanquecina de Cogburn y la estrella escondida del Ranger LaBoeuf. Se apuesta por el retrato de una mirada tuerta -Jeff Bridges- cuyo parche cambia de ojo respecto a la película de John Wayne, sin que varíe la sustancia del guión entre Henry Hathaway y los Coen.
“Valor de ley” se hace acompañar de música suave bajo las notas de un piano elegante.
Carter Burrell es un asiduo de la composición musical con los hermanos Coen. Elabora un trabajo de sobresaliente factura y logra que su ritmo se combine con el clasicismo de una melodía pianística sin whisky alrededor.
Música e imagen se acoplan en una balada de western delicado.
La noche se convierte en dramatismo viendo los pasos de Bridges avanzando sobre la nieve; sus brazos portan un cuerpo gélido de esperanza por mantener la vida. |
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Los hermanos Coen, junto a la producción ejecutiva de Steven Spielberg, descubren un Oeste poco visto, alejado de la violencia cuatrera.
“Valor de Ley” es un tren al que le cuesta arrancar hasta que su caldera pone las ruedas en marcha. |
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