|
| |
|
| |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
AMISTAD EN ALTA MAR
Película "En solitario"
J. G.
(Madrid,
España)
|
|
|
|
Ficha Técnica |
Video |
|
|
|
|
|
|
|
|
Entrevistas a: |
Christophe Offenstein |
Jean Cottin |
François Cluzet |
Samy Seghir |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Desde que en el XIX Julio Verne nos dejara atónitos con “La vuelta al mundo en 80 días”, el hombre no ha parado de hacer suyo este viaje apasionante. En 2013, Yann Kermadec se propone repetir la gesta surcando los mares y en mucho menos tiempo. El mundo de la vela acompaña a este apasionado regatista quien, por cosas del azar, se ve embarcado en una aventura de ingredientes imprevistos.
El mar y la soledad son elementos inseparables y quienes han disfrutado de su compañía reconocen esta complicidad. Entre la soledad de las olas embravecidas y el acompañamiento de una puesta de sol con mar suave se encuentra el corazón del navegante.
|
|
 |
|
|
El mar ofrece aventura, riesgo y emoción. Christophe Offenstein no confía en cualquier actor para desempeñar el papel que tomará el timón de su película. Su protagonista, François Cluzet, saltó a la fama internacional con “Intocable” y “Pequeñas Mentiras sin Importancia”. Tiene tres meses para recorrer los cinco océanos en la Vendée Globe, la competición más dura en el mundo de la vela. Lo que comienza como una aventura solitaria se transforma en experiencia compartida.
La soledad está presente en las vidas sus protagonistas, Samy Seghir y Cluzet. El encuentro y la huída se dan la mano. “En solitario” tiene pocos diálogos, sus imágenes no lo necesitan; el guión goza de buena salud. Entre Yann Kermadec y el mar existe una comunicación constante. El horizonte es un personaje más que se funde con el océano. Belleza y peligros se reparten a partes iguales en el mar. |
 |
|
|
La competición transcurre de manera normal, va escalando puestos y se deja inundar por el espíritu oceánico. La aventura comienza cuando el reducto de su soledad es invadido por un acompañante inesperado. Su rostro denota miedo y el hecho de encontrarse ahí, el escapismo de un mundo incompleto en busca de otro mejor. La confusión y el enfado son justificados en Kermadec. Su recelo inicial progresa hacia una relación de cordialidad mútua que llega a convertirse en amigable. Solos en alta mar, buscan metas diferentes encontradas en la misma intención: alcanzar un sueño. La sonrisa va cuajando en el gesto de Samy y la comprensión en el de un hombre que al principio se siente deconcertado e invadido. Samy se convierte en acompañante fantasma.
“En solitario” resula tierna, sin caer en el dolor espeso, llena de calor; rebelde. La meta de Kermadec, navegante en la soledad, no es cruzar la línea que le convierta en ganador de la Vendée Globe sino sentirse orgulloso de una amistad que se ha convertido en algo más que compañía escondida. |
|
|
La
revista Photomusik no se hace responsable
de las opiniones de sus colaboradores
expuestas en esta sección.
Texto: www.photomusik.com
©
|
|
|
|
|
|
| | |
