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DEMASIADA LACA
Película Palacio Estilistas
J. G.
(Madrid,
España)
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Ficha Técnica |
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A los debutantes en la dirección hay que darles una oportunidad como empujón a su despegue cinematográfico. Moisés Martín no es nuevo en el séptimo arte, como lo ha demostrado al escribir y dirigir los cortos Dentro del armario, en 2017, y, dos años después, Sospechosos bajo el telón. Resulta arduo optar por el espaldarazo al toparse con un largometraje que se presenta como comedia de enredo, donde lo único claro es el galimatías que se monta alrededor de una trama mal engarzada. La frustración traza su venganza en un mundo de rulos y lacas mientras el trabajo que permite pagar las facturas ha eclipsado los sueños de hacer cine. El camino de Palacio Estilistas se arma como un rompecabezas de manera tentacular y atropellada. Se quieren abordar tantas temáticas que el conjunto sale disperso. Lo romántico se mezcla con lo dramático hasta alcanzar un totum revolutum con intensidad de pólvora mojada. Su corazón es un somnífero. Los enredos son la sucesión de momentos que avanzan por inercia. Lo importante es alcanzar un final que sólo la mente retorcida de Paco, alguien hecho a sí mismo, conoce.
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El cariño, apunto de festejarse con un matrimonio poco sentido, choca con el enamoramiento menos sentido. El futuro marido acude al rescate de una dama en apuros que, con una llamada impostada, despierta el flechazo ridículo. La aparición de Lolita Flores en forma de pitonisa empacha este mundo de peluquería artificial. Los colores la convierten en confesonario donde se toman decisiones vitales mientras ellas se ponen guapas. Intentan arreglar sus vidas, apoyadas por la prensa del corazón como terapia de grupo. La escena de la barbería que Eddie Murphy interpreta a tres bandas en El príncipe de Zamunda tiene más chispa que estas cuatro paredes. El surrealismo va desde este una intriga artificial hasta el casamiento como acto interesado. Las relaciones entre padres e hijos se presentan grotescas, con un humor apagado que pretende ilustrar formas nuevas de maternidad en este universo de secadores y cepillos. La variedad de personajes pasa por el novio que sueña ser Bruce Lee, su padre flácido (Carlos Hipólito), la suegra de alta sociedad y choni (Pastora Vega), el suegro hecho a sí mismo (Paco Ortiz), la transexual maquillada en exceso, el matón de encargo, la jipi moderna, la pija malcriada. La dueña de la peluquería es una Goya Toledo insípida con peluca rubia. Esta fauna desmelenada conforma un hábitat descosido. |
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Texto: www.photomusik.com
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