Tonight is the night. This is the night of the wolf. Parece el estribillo de un rock legendario pero no es así. Tampoco es la adaptación de la novela La noche del cazador. El dúo WolfWolf viste de gala el minimalismo instrumental formado por guitarra y batería complementadas de manera implacable. Su música saltarina, compuesta para sudar y temblar, hace que cada canción sea una fiesta. El lobo aúlla con electricidad y ritmo excitados. El lobo y Caperucita se hacen amigos empujados por un compás que ataca al corazón mientras el miedo al infarto desaparece.
Thirteen, el tema que sirvió de aperitivo a este manjar roquero, fue seguido por delicias con sonoridad limpia y pulida. Con The Blind Butcher alcanzaron el éxtasis de su actuación. Se convirtió en la canción estrella del concierto y del disco The Cryptid Zoo, que actualmente presentan en su gira. Otras como Creeps of the World, The Day of the Wolf o Heidi se agradecieron por la misma intensidad rítmica. Los cuerpos comenzaban a agitarse, las manos a alzarse, las voces se convertían en aullidos: el público se integró en las canciones. Hoy hemos descubierto que el lobo no engulló a la chica de rojo sino que ella se dejó seducir por la presencia musical de este carnívoro inofensivo. La sala Fun House se transformó en madriguera licántropa con corazón de zombi.
Los hermanos Wolf son unos suizos particulares: su regularidad da para mucho y tiene la potencia de un combo cargado de dinamismo instrumental superior al proporcionado por un dueto corriente. Y no necesitan de la luna llena para concentrar su fuerza. Su espectáculo canaliza una eufonía divertida y agradable al tacto sonoro. Siempre cercana, ésta fue desplegando un manto con tacto depredador.
Hubo momentos para la nostalgia al recordar su primer concierto en un Rock-Club en Budweis (República Checa) y el aroma a sus licores de hierbas. El sonido de los suizos WolfWolfg suena con empaque dentro de una cadencia imparable y absorbente, capaz de hacer mover el esqueleto sin problema. Para que luego digan que los hermanos se llevan mal.