Además, señala que estos datos son solo la punta del iceberg, ya que la mayoría de las personas migrantes y refugiadas no denuncian los hechos por distintos motivos, entre ellos por miedo a posibles represalias y por falta de apoyo. Es el caso de Amara, mujer de nacionalidad nigeriana, quien tardó más de un año en conseguir el empadronamiento especial dirigido a personas en situación de vulnerabilidad: "Sin padrón, no hay derechos", denuncia. O el caso de Carlos Alberto, de Venezuela, quien logró obtener una cuenta bancaria tras asesorarse a través de las profesionales que forman parte del proyecto: "En el banco me decían que tenía que estar trabajando para obtener una cuenta", recuerda.
`Alza la voz contra el racismo y la xenofobia', iniciado en 2025 en Madrid, Valencia y Sevilla, tiene como objetivo contribuir a la convivencia y a la cohesión social, ayudando a que los delitos de odio no queden impunes. Para ello, quienes se dirijan al proyecto reciben asesoramiento ante incidentes discriminatorios, acompañamiento durante todo el proceso, mediación para defender derechos fundamentales o apoyo para tramitar denuncias, quejas o reclamaciones.
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