El 12 de febrero de 2019, Clara Campoamor hubiese cumplido 131 años. Casi siglo y medio después de su nacimiento, el impulso de la mujer luchadora por unos derechos igualitarios camina despacio. ¿De qué sirve una huelga si las medidas discriminatorias no se atajan? La huelga del 8 de marzo es pan para hoy (efímero presente) y hambre para un mañana conservador. Por eso, este acto es un despliegue del arsenal feminista que, manipulado, ensordece. Es una jornada festiva pero cuidado de quienes la convierten en cacerola popular, y batucada folclórica, para aturdir una problemática movida por cúpulas guerreras que ven en el ruido un arma importante. Alcanzado el objetivo, su función sería de vigilancia simple, ¿se convertirían en funcionarios destinados al paro? Todos aspiramos a la Utopía de Tomás Moro pero ¿cuántos buscan su alcance definitivo?... Por eso, los movimientos feministas son un arma de doble filo. Se debe perseguir el favoritismo sexista, la pasividad laboral, la ceguera constante, la ineficacia trabajadora tanto de hombres como mujeres, hay que barrer a los chupópteros que se cuelgan los galones a favor de la mujer sólo una vez al año para salir en la foto. |
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Las nuevas tecnologías han fomentado el ciberacoso y todos tiene la obligación de denunciarlo ya que el silencio es cómplice del maltrato. La justicia debe actuar sin miedo y el culpable no puede estar al amparo de leyes obsoletas e intereses creados.
Favorecer la violencia de género es defender al indefenso contra la persona maltratadora sin tergiversaciones ni panfletos; atacar la agresión del hombre sobre la mujer y la mujer hacia el hombre; luchar contra la ejercida por los padres hacia los hijos y no olvidar que algunos hijos también acosan; impedir el maltrato psicológico. Todo esto también es reivindicación del 8 de Marzo. La lucha comenzada por Clara Campoamor se ha expandido en su refuerzo contra las posturas radicales. Tanto que se trabaja por la paridad en los sueldos, no se nos ha educado en la responsabilidad familiar. Los hombres tienen mucho que decir hoy al exigir su responsabilidad en la conciliación de pareja. El desarrollo profesional no está reñido con una paternidad seria. Si el trabajo en el hogar estuviera remunerado, ¿descendería la brecha salarial entre hombres y mujeres? ¿Habría más hombres con delantal?
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