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UN INTENTO DE ASUSTAR
Película La sombra de los otros
J. G.
(Madrid,
España)
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Ficha Técnica |
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El subconsciente de las personas es un mundo atractivo para el cine. Interesante y mortífero. En ocasiones, los propios guionistas se ven atrapados en las redes de su criatura: quieren adentrarse tanto en ella que pierden la senda por dónde han comenzado. El misterio se va oscureciendo con más intriga; parece que el coco saldrá entre la deformidad de la mente humana. Echar mano de actores con prestigio no garantiza el éxito, ni tan siquiera la aceptación del público. La sombra de los otros, parafraseando el título, es una sombra de lo que quiso ser. Terror psicológico sostenido que va desbarrando en anécdota sin lucimiento. |
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Hay que elogiar el buen enganche que poseen los primeros minutos de la película. El cruce de palabras, y miradas, entre Julianne Moore y Jonathan Rhys Meyers levantan un halo de intriga fructífera. Y es una lástima que dicha intensidad dure tan poco. La atracción patológica suscitada en el espectador se descubre su disfraz con prontitud; provoca una muerte en caída libre. Las películas sobre el trastorno de personalidad nunca dejarán de atraernos, de abducirnos (¿nos veremos reflejados en ellas?). El personaje interpretado por Julianne Moore conoce este mundo como la palma de su mano, igual que un enterrador las tumbas de su cementerio. Ella también se ve atrapada por la fuerza de un nuevo paciente que surge de manera misteriosa, por recomendación. Paciente y doctora son misterio y perseverancia; se ven atrapados en una espiral de espasmos alucinógenos que no acaban de convencer. La ambientación nace sólida, lúgubre, apoyada por una fotografía de acorde con lo que se quiere contar. El misterio psicológico comienza a bajar su intensidad cuando su nuevo caso parece ser objeto de una trasformación lobezna minúscula pero suficiente para eliminar su verosimilitud. La existencia de una personalidad múltiple se acompaña de un halo circense mosqueante. |
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Los desperfectos que van cayendo por el camino que deja La sombra de los otros no originan grandes catástrofes gracias a la sólida interpretación del tándem Julianne Moore-Jonathan Rhys Meyers. Él, imponente en el cambio de registro psicológico; ella, tenaz dentro del aperturismo que posibilita su fe científica. Lo inexplicable la conduce a investigar sobre la interrogante que tiene delante de sus ojos. Esperábamos ver a Meyers encerrado en la angustia de una personalidad dual, y nos quedamos en un alma descarriada que ni tan siquiera se le puede otorgar el calificativo de fantástico. Tampoco existe una trayectoria sólida que asiente las bases de esta intriga. Hay brujería, se invoca a la religión, se fagocitan almas; demasiada simbología para confundir en el tramo final de esta película. Los últimos minutos rematan el desconcierto soporífero de un thriller psicológico donde la tensión se ha quedado en pellejo vacío. |
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