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LOS OGROS YA NO ASUSTAN
Película "Shrek, Felices para Siempre".
J. G.
(Madrid,
España)
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Ficha Técnica |
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Banda sonora |
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Y con ésta van cuatro. El espíritu que ofrece la nueva entrega de la saga Shrek, a caballo entre lo monstruoso y lo caricaturesco, se mueve a base de pantallazos tridimensionales. Su frescura radica en la cara bonachona de un ogro, el optimismo asilvestrado de un asno y la galantería felina de un gato hispánico, condición heredada del doblaje realizado por Antonio Banderas. La rutina se convierte en llave maestra para sacar de sus casillas a un ogro que parece sentir como un ser humano. |
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Las dibujos animados se están convirtiendo en los reyes de la gran pantalla. La tecnología potencia su carácter humorístico. El alma de los personajes que conforman “Shrek, Felices para Siempre” se ha anclado en la poltrona de la repetición a costa de rentabilizar el fenómeno saga. Lo que ha sido, por parte de DreamWorks y Pacific Data Images, un intento de revitalizar un éxito consagrado como Shrek contribuye a hundirlo en el continuismo; y explotarlo. Shrek nace, crece y se desarrolla en el cine como producto poseedor de corazoncito. ¿No es hora de que le dejemos descansar de este ajetreo, algo que reivindica en sus películas. Es un personaje que no ha decepcionado; ahí acaba todo. ¿Por qué convertirlo en animal de feria mediática? Shrek ha cumplido, el público siempre agradecerá sus dichos y gestos bonachones. El cine trasforma al personaje en esclavo de la imaginación guionista. |
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“Shrek, Felices para Siempre” se perfila como un producto de estrategia familiar, consumo general y cumplido navideño. Esta entrega lo convierte en un peluche tecnológico.
El ogro de verdad ha muerto. El director Mike Mitchell, conocido por el ciclo “Austin Powers”, le ha asignado un papel representativo, ajeno a la transgresión. Suavidad rechoncha en tres dimensiones dentro de una historia ligera. |
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El cuento de William Steig adaptado al cine merece ser reconocido por la labor de quienes sólo aparecen en los créditos finales, ante los cuales pocos dedicamos la relevancia que tienen. El equipo de artistas del desarrollo visual y los guiones gráficos, de animadores de personajes, de diseñadores de producción y artísticos, de modeladores de personajes y de equipos de marionetistas, de artistas de la composición, de equipos de iluminadores y equipos de efectos visuales... que en la película de Mike Mitchell resultan imprescindibles. Quienes han parido a Shrek, Fiona y su mundo en tablet pcs, storyboards electrónicos: los padres silenciados del Séptimo Arte. “Shrek, Felices para Siempre” es un conjunto de tecnología dulcificada; un esfuerzo tecnológico comandado por Doug Cooper, diseñador de sonido en “The Boys Are Back” (2009), de Scott Hicks. |
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La definición de Shrek como algo más que cine se debe a que detrás de este nombre se esconden cuatro largometrajes, un Óscar a la mejor película de animación, dos especiales de televisión (uno en fase de desarrollo), un musical de Broadway, parques temáticos y numerosos premios en el campo de la animación y efectos visuales.
Las cuatro ediciones cinematográficas de este fenómeno deben parte del éxito a su banda sonora. No ha defraudado, mezclando a Weezer en “I Am a Believer” con las voces de Carpenters, Scissor Sisters, Lionel Richie, Beasty Boys y Antonio Banderas en un skit de Bob Marley con acento castellano.
Harry Gregson-Williams trabajó como compositor en las tres primeras versiones de Shrek, de ahí que conociendo la historia no le haya resultado difícil adaptar la música a cada situación. |
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La historia, floja, se sostiene gracias a un doble final, sorpresivo. El público exigente, que deja las repeticiones para el colapso futbolero, se puede sentir engañado; el ocioso: agradecido. |
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