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EL ÚLTIMO INDEPENDENTISTA
Película "El irlandés"
J. G.
(Madrid,
España)
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Ficha Técnica |
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Banda sonora |
Premios |
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Lo atípico se adueña de esta comedia negra con una facilidad pasmosa. La personalidad del sargento Gerry Boyle (Brendan Gleeson), un policía nada convencional, inunda la pantalla con su gruesa presencia desde el primer plano en que se siente protagonista. La ópera prima de John Michael McDonagh posee un argumento tan divertido como poco pretencioso. En una de las películas más interesantes que pueblan la cartelera veraniega, Boyle es un tsunami ante las buenas formas, llevando el entorno policial a su universo de filosofía callejera. Se trata de un llanero solitario en las carreteras irlandesas cabalgando sobre lo incisivo de sus palabras. Un personaje misterioso; racista en ocasiones, humano en el fondo. Alguien que está alejado de esta sociedad, capaz de vivir con ella sin dejarse absorber por una realidad corrupta. La broma es su lema; la justicia, su objetivo y las personas, el blanco de sus emociones. Parece frío, indolente a veces; nada más alejado de la realidad. Hablamos de un hombre con corazón, reservado en las cuestiones personales y ácido con su entorno.
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Si "El irlandés” no se hubiera convertido en la película más taquillera del cine independiente de Irlanda no hubiese perdido su valor; si no hubiera conseguido cuatro premios de la Academia de Cine y Televisión de ese país, no tendría porqué ser menos apreciada. Igual que su protagonista, el conjunto es un pedrusco en bruto. Cine de calidad, artesano, un thriller de comicidad policial con final cerrado y sabor a western anti americano. Obación para la industria europea, un elogio para el mimo que la política cultural irlandesa deposita en el séptimo arte (otros países cercanos deberían tomar ejemplo) y un reconocimiento al alcanzar esos cuatro milones de euros por aquellas tierras. “El irlandés” rompe códigos al alejarse de la figura policial arquetípica y embotellada en su convencionalismo de pistola prepotente y cerebro moldeado en el gimnasio. Brendan Gleeson respira aire callejero, no se siente superior, no descuida su trabajo y es capaz de enfrenarse a la muerte cuando se trata de defender a la justicia. |
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Lo cáustico inunda a “El irlandés” como una llama imprescindible en el embrutecimiento de Brendan Gleeson. El actor dublinés ("Braveheart", "The General", "Gangs of New York") pone fin a la imagen de poli duro con momentos que inspiran una persona accesible y tierna.
Es un elemento que va por libre, capaz de convertir el desprecio en parte de la cultura nacional; un grosero cultivado que no hace alarde de su inteligencia. A la hora de formar un juicio sobre su persona, queda la duda de si es meramente superficial o hay algo más. Este grandullón incómodo es un sarcástico con clase. El hombre garda esconde un mundo de soledad que mitiga con instantes de compañía pasajera. Esa cara irónica ante la vida refleja una rabia contenida cuando la muerte le toca de cerca sin llegar a tumbarlo; resignación y tristeza. John Michael McDonagh cuenta una historia convencional salpicada de diálogos mordaces. La música de Calexico da un punto de distinción a una comedia negra donde el humor envuelve a su protagonista en irreverencia y melancolía. Arriesgado hasta sobrepasar los límites de lo permitido: ¿acaso los conoce?, el sargento Gerry Boyle es el último espécimen de una raza en extinción. |
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