AL MAL TIEMPO, BUENA CARA
Nunca estamos contentos con lo que nos toca: cuando llueve, queremos que haga sol y si este calienta, el frescor se busca
desesperadamente. Hace un año, la meteorología desafió todas sus reglas atmosféricas. La nieve se apoderó de Madrid en forma
de temporal impredecible: inundó calles, bloqueó avenidas y paralizó el transporte. Lo llamaron Filomena. Vino, arrasó y
desapareció con un deshielo lento y amable. Entre el enfado y la sonrisa, impactó a todos. Las caras ignoradas hasta ahora
adquirieron un semblante más lustroso, capaz de sacar una sonrisa a ciudadanos cariacontecidos por la COVID-19. |