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RUTA DE UN IDEARIO SOCIAL CON PENSAMIENTOS RELIGIOSOS
Película In viaggio, viajando con el Papa Francisco
J. G.
(Madrid,
España)
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Ficha Técnica |
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Aunque tiene su peso, reducir la labor del papa Francisco a una cuestión numérica sobre la cantidad de desplazamientos realizados a otro número de países durante un tiempo determinado sería trivializar su significado. 10 años, 37 viajes por 53 países en 10 años suena a titular periodístico y a canción de Joaquín Sabina. Si resumir su vida a estas cifras es contarlo todo de él, nos quedamos con la anécdota superficial. Un juego entre la banalización de la labor creyente y la interpretación anticrítica de la discrepancia atea. Las visitas papales a lugares dejados de la mano de Dios dicen mucho en favor de alguien que representa a una fe en la que el verbo sufrir suena lejos diariamente y cercano cada domingo. El decenio resumido en In viaggio, viajando con el papa Francisco forma parte de una agenda marcada por su responsabilidad como referente espiritual. El octavo soberano de la Ciudad del Vaticano no es un Sumo Pontífice de poltrona como muchos pontificados han demostrado. Su actividad como representante máximo de la Iglesia católica ha sido ajetreada a través de un talante inquieto que disfruta con una cercanía que rompe fronteras. Este tránsito transcontinental es una persecución con intenciones ilustrativas que no olvidan el sentido político del cargo. Ni pueden. El carisma de la proximidad no contempla los altares como el techo confortable para la tranquilidad moral. Habla con todos, no distingue entre creyentes y no creyentes, asesora sin evangelizar aunque su figura es representativa de una norma. |
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En cada una de las paradas, el tirón popular ha estado entre las gentes a las que se acercaba aunque resulta curioso observar bienvenidas diferentes. Francisco, según el relato visual de Gianfranco Rosi, no es igual en Cuba que en Brasil, en Filipinas que sobre suelo afgano. Mientras su llegada a la república caribeña resulta fría, como si una mano política (o militar) estuviera sujetando por detrás el fervor que existe en la isla, el desbordamiento es absoluto en el corazón brasileño.
Las imágenes se editan de manera que la preocupación del Santo Padre abarque los desastres sobre la tierra. Él se identifica con el dolor universal a través de las injusticias a la vez que arroja esperanza sobre la competitividad y la ambición que han cubierto una atmósfera viciada. Critica al poderoso, que casi siempre es el causante de la desigualdad, saliéndose del guion; ataca a la globalización y al individualismo. Tampoco bendice al ejército que se defiende de la guerra porque, con ello, contribuye a expandirla. La controversia está servida entre quienes le consideran demasiado progresista y otros que ven a un renovador incompleto que no termina de despegar. Su discurso parece revolucionario inmerso en las favelas con edificios modernos llenos de indolencia como horizonte. La voz de la esperanza marca la homilía entre los desfavorecidos, la opulencia tiene otra religión. Esto también es In viaggio, viajando con el papa Francisco: la representación silenciosa del progreso mantenido por la diferencia de clase. |
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Un avión, a veces escoltado por cazas militares, salta de continente en continente con pericia saltimbanqui. Francisco ambiciona la ilusión para el mundo con una teología social basada en pilares como la solidaridad, la crítica a los conflictos armados y a la industria del armamento, a la trata de las personas a través de mafias que promueven la inmigración ilegal o la defensa del pobre. Francisco rompe los tabiques del Vaticano para acercarse a la realidad de una sociedad dividida. No intenta evangelizar a pesar de que los mensajes poseen un signo religioso evidente. Se acerca a culturas diferentes a través momentos reflexivos ante el Muro de las Lamentaciones, cruza a Palestina, se acerca al islamismo chií en el encuentro con su líder espiritual iraquí gran ayatolá Ali Al Sistani, interviene en la Casa Blanca, hay una aproximación a la Iglesia ortodoxa con el encuentro entre él y Cirilo de Moscú, decimosexto patriarca moscovita y toda Rusia. Los escándalos pederastas dentro de la Iglesia le llenan de vergüenza mientras defiende con firmeza al obispo Juan Barroso ante víctimas de abusos en Chile. |
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La figura papal está representada por un líder soberano que el documental suaviza como persona cercana a los problemas de la gente. La ligereza documental de los acontecimientos viene exigida por la extensión del metraje. In viaggio, viajando con el papa Francisco es un trayecto internacional con escalas, donde la voz de Francisco, más que alertar, calma a gentes necesitadas de un paraguas emocional que los proteja. El tratamiento técnico es correcto aunque se hace monótono después de varias paradas donde sólo cambia el escenario, y una cercanía convertida en discurseo prevalece. Algo que es bastante común en el seno de una estructura tan piramidal y hermética como es la Iglesia. No se habla del aborto, las uniones homosexuales o el posicionamiento sobre el papel de la mujer ante el sacerdocio. El sucesor de Benedicto XVI aparece crítico en muchos aspectos y encubridor de otros que molestan al clero. Se muestra al diplomático de la palabra recubierta con tintura evangélica. Francisco es el anti-papa de las instituciones e In viaggio, viajando con el papa Francisco, un viaje de película ecuménica con altos vuelos. |
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