EL ECO DE UNA VOZ Y SENSIBILIDAD
"Para mí, el reconocimiento es la recompensa del trabajo bien hecho, que también tiene que ver con la simpatía del público".



Cuando hablamos de cantante operística, casi siempre, imaginamos nombres gigantescos que envuelven a personas igual de descomunales e inaccesibles. Patricia Illera da la vuelta a este argumento para presentar a una mujer amiga y cercana. Su talento para este género musical la convierte en alguien especial que lo trasmite sin pomposidad al tiempo mientras genera respeto en este género con una cadencia reconfortante y propia del Olimpo.

Photomusik: Su arranque musical se encuentra en la colaboración con el Coro de Niños de la Comunidad de Madrid. ¿La tutela de la soprano americana Carol Vaness en Jacobs School of Music le abrió las puertas del cielo?
Patricia Illera:
La verdad es que el aprendizaje en Estados Unidos fue una experiencia muy enriquecedora. Aprendí mucho de esta profesión gracias a Carol y no sólo a nivel vocal e interpretativo, sino también personal. Es una persona muy generosa, y tuve la suerte de que me enseñara muchas de las cosas que ella misma aprendió durante su extensa trayectoria.
Patricia Illera, mezzosoprano




La musicaliad de Patricia se extiende a proyectos solidarios.
Patricia Illera, mezzosoprano
Ph.: ¿Cuándo pensó de verdad que esto era lo suyo?
P. I.:
La música siempre me ha gustado. De pequeña iba a clases de guitarra y en seguida empecé a cantar en el Coro de Niños de la Comunidad de Madrid. Fue en el coro, ya de Jóvenes, con el que pude participar en una producción de Albert Boadella que se llamaba Amadeu? y me encantó. Tenía un pequeño partichino que cantaba cruzando el escenario en bicicleta? divertidísimo. Y desde entonces no he parado de pasármelo bien.

Ph.: ¿Con qué autores se siente más identificada?
P. I.:
Vocalmente los autores franceses son los que mejor me representan? Massenet, Bizet,Thomas, Poulenc? pero interpretativamente conecto mucho con los compositores españoles: La vida breve de Falla, o su Amor brujo me fascinan. Sin embargo, como espectadora, disfruto muchísimo de los compositores de principios y mediados del siglo XX, como Menotti o Bernstein.


Patricia Illera, mezzosoprano




La voz es un torrente que se deja domesticar cuando el tacto del domador derrocha suavidad.
Suzuki, 'Madama Butterfly', Teatro CASYC
 
Ph.: ¿Cómo puede contribuir la inclusión de la música clásica como disciplina docente en el ámbito educativo? ¿Debería ser una materia obligatoria en los planes de enseñanza?
P. I.:
Definitivamente. Hay muchísimos estudios científicos que han demostrado que la música clásica ayuda al desarrollo cognitivo, además de tener utilidad para el tratamiento, por ejemplo, en casos de hiperactividad y déficit de atención. Pero además, es que fomenta la disciplina, la creatividad, la concentración o el trabajo en equipo? una educación musical de calidad desde edades tempranas es muy positiva.


Ph.: Para entenderla, ¿primero hay que educar el oído o el alma?
P. I.:
Hay que educar el oído, porque el alma ya entiende de música. Yo siempre digo que si nos pusieran en frente nuestro libro o película favoritos, pero en vez de en español fuera en ruso, nos parecería aburrido, porque no entenderíamos nada. Sin embargo, si aprendemos ruso, podemos disfrutarlo. Con la música clásica pasa lo mismo.


Ph.: ¿En qué consiste el proyecto solidario ROK?
P. I.:
Es un proyecto musical de Bloomington, Indiana, que intenta acercar la ópera y el teatro musical a los niños mediante la adaptación o educación en las obras. Curiosamente, aquí en España también están surgiendo muchos proyectos de este tipo. Por ejemplo, el año pasado pude interpretar la ópera de La Idea para el Teatro Real Retiro y este año hago Carmen en el Teatro de la Maestranza y la Ópera de Las Palmas con un proyecto pedagógico similar que se llama Ópera Kids. Este tipo de proyectos son fundamentales, porque con ellos los niños tienen la oportunidad de conocer las óperas, formar parte de ellas y entenderlas gracias a un abordaje muy didáctico
.

'Carmen', Musical Arts Center, EE.UU.
Disciplina y creatividad son herramientas inseparables para hacer música.

Ph.: ¿En qué momento de su vida apareció?
P. I.:
Cuando estaba estudiando en la Jacobs School of Music de Indiana. Fue una experiencia profesional maravillosa.

Ph.: ¿Cuál es su diferencia ente fama y reconocimiento?
P. I.:
Para mí, el reconocimiento es la recompensa del trabajo bien hecho, que también tiene que ver con la simpatía del público. La fama puede depender de más factores, como estar en el sitio adecuado en el momento adecuado, por ejemplo.

Ph.: Como solista ha interpretado el Oratorio de Navidad de Bach, El Mesías de Händel, el Requiem de Mozart, El amor brujo de Falla, el Gloria de Vivaldi y la Novena Sinfonía de Beethoven. ¿Dónde hubo más identificación con el papel?
P. I.:
Definitivamente con El amor brujo, sobre todo cuando se hacen los textos hablados. Es una obra maestra.


Patricia Illera nació en Caracas (Venezuela)

 



"Hay que educar el oído, porque el alma ya entiende de música."

Ph.: Está de acuerdo con la idea de que Un Bel di Vedremo, perteneciente a Madama Butterfly, de Giacomo Puccini es el aria más conocida de la ópera y una de las más conmovedoras dentro de la propia literatura operística?
P. I.:
Una de las más conmovedoras desde luego, pero tirando hacia mi terreno, diría que la Habanera de Carmen es más conocida. Aparece en mil anuncios, películas y series; y, aunque muchos no sepan lo que es, seguro que cualquier persona, si la escucha, la reconoce, y hasta es capaz de tararearla.

 



La curiosidad y el deseo de exploración invaden la obra de Patricia Illera.

Ph.: ¿La incorporación de elementos nuevos en la ópera moderna de Alban Berg y Benjamin Britten entra en su espectro profesional?
P. I.:
Precisamente mencionaba antes que, como espectadora, disfruto muchísimo las obras del siglo XX. De hecho, Britten es de mis compositores favoritos. Por desgracia, aún no he tenido la oportunidad de debutar ninguna de sus obras, pero tengo en repertorio, por ejemplo, The Rape of Lucretia? cruzo los dedos para hacerla pronto.

Ph.: ¿Qué le sirve de inspiración y sobre qué cosas directamente decides no trabajar?
P. I.:
No hay mayor inspiración que el deseo de poder cumplir tus sueños, hacer lo que te gusta: cantar, actuar, transmitir? el teatro y la música. Y, en general, procuro no trabajar en cosas que puedan perjudicar a mi voz.

Las palabras de Patricia desvisten a una artista que cuando sube al escenario se entrega al arte sonoro mientras da voz a Puccini, Verdi o Beethoven. Su potencia vocal pone los pelos de punta es una frase hecha que adquiere significado cuando la escuchamos. La mezzosoprano caraqueña brinda una experiencia que, por lo menos, debería tenerse una vez en la vida.

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La revista Photomusik en ningún momento se hace responsable sobre el contenido de las opiniones de sus entrevistados.
Texto: Photomusik.com - Fotografías: Fabián Morassut ©
 

 
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