Sus despachos responden, hasta el momento, a mudas estacionales. El bastón de Escalupio convertido en hacha simboliza su lenguaje ambiguo. Antiguos terroristas abiertos al diálogo sin deponer las armas; ¿la lucha dialéctica en los escaños sustituirá a la lucha armada callejera? Euskadi hace tiempo que está preparado para escribir una página nueva en su historia; ETA ha emborronado esta intención caligráfica. ¿Es lícito perdonarlos cuando no han condenado SU propia violencia, portadora del fascismo más tirano? Resulta una imprudencia el encariñarse con quien te pone el caramelo en la boca; el mismo elemento de quien se han recibido golosinas envenenadas por su traición y sabor amargo. Cautela y escepticismo. En momentos de crisis económica, como la actual, el entusiasmo puede traicionar a los pacíficos más que nunca, cuando la desesperación hace que nos agarremos a un clavo ardiendo. ¿Se convertirá este llamamiento a la paz en una droga de diseño?
El Palacio de Aite ha albergado una reunión desesperada esculpida por sonrisas de portada periodística. La semilla está sembrada, los grajos han anunciado no comérsela ni reventar los graneros cosechados; ¡y los granjeros?... mi abuelo miraba al cielo y sabía si mañana llovería o no, los políticos contemplan el cielo esperando que no caigan bombas que siembren la desconfianza entre sus electores. En los encuentros a tan alto nivel, como el de San Sebastián, hablar de votantes suena trivial, las personas se convierten en entes intangibles. Tras la lectura del exprimer ministro irlandés Bertie Ahern, la clase politica, excepto UpyD, se han frotado las manos. El momento preelectoral que vive España es un buen periodo para depositar globos de colores en nuestras puertas. Aprovechando la magnitud que supone una cumbre intencional, ETA ha querido dejar su imagen internacional limpia. Hasta que no se quiten las capuchas, tiren las armas y la filosofía asesina se esfume del espectro político español no cabe hablar de integración ni arrepentimiento. La lucha política sucederá a la armada.
Las conferencias de paz son instituciones mercantiles donde las ideologías intercambian pareceres. ¡Cómo llegar a un acuerdo sin concesiones cuando todavía pulula por los juzgados el olor a quemarropa de disparos asesinos. Nada comenzará a ser diferente hasta que las armas no se reciclen en arsenales ecológicos. Que no exista la posibilidad de abrazar las armas; que ETA se convierta en analfabeta del asesinato y abrace el consenso pacífico de Euskal Herria.
Estamos acostumbrados a que la banda terrorista hable con dobles significados. Es algo que no nos pilla de sorpresa; su alegría es nuestro sufrimiento. Su brutalidad nos duele y nos fortalece, por eso estamos preparados para recibir sus palabras con alegría y cautela. Aunque no guste, y algunos políticos quieran ocultarlo, también hoy hemos de decir que su fuerza reside en el salvajismo de acciones pusilánimes y la cobardía de unas palabras que asustan por saber quién las escupe.
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