Las películas que se basan en sagas exigen coraje, y aburrimiento, pavorosos para escribir sobre ellas. Al mismo tiempo, obligan a que el espectador se convierta en yonqui de una droga que el cuerpo sintetiza con diarrea. Esta entrega del universo
Dragones y Mazmorras será un divertimento para los más instruidos en la materia. Pero quienes se acerquen a él por recomendación o curiosidad, la frase
pies para que os quiero tiene una efectividad del cien por cien. Es cierto que en esta mezcolanza de tebeo audiovisual existe aventura, movimiento, acción y jaleo. También es verdad que los chistes no paran de surgir en diálogos superficiales. Con ello, se pretende que el tiempo transcurra lo más rápido posible sin que interese lo que está ocurriendo. Lo intrascendente borra del mapa cualquier atractivo. Pasar el rato es deporte olímpico en
Dungeons & Dragons: Honor entre ladrones. Aburre. Se busca que la concurrencia exprima un rato entretenido con una historia sin enjundia. Es perfectamente acertado para hacer dormir sin necesidad de convocar a
Morfeo.